Los puzzles 2D son una excelente herramienta para el desarrollo infantil, ya que estimulan múltiples habilidades cognitivas, motoras y emocionales.

Fomentan la resolución de problemas y el pensamiento lógico. Mejoran la memoria y concentración, ya que los niños deben recordar formas y colores. Desarrollan la percepción visual y espacial, ayudándolos a entender cómo encajan las piezas.

Al manipular las piezas, mejoran la motricidad fina y la coordinación ojo-mano. Aprenden a usar la precisión y la paciencia para colocar cada pieza en su lugar.

Fomentan el razonamiento secuencial, ya que los niños deben analizar y probar diferentes combinaciones.Enseñan la persistencia y la tolerancia a la frustración, ya que a veces deben intentarlo varias veces hasta encontrar la pieza correcta.

Resolver un puzzle les da un sentido de logro y satisfacción, lo que refuerza su autoestima. Si el puzzle tiene una imagen atractiva, puede inspirar su imaginación y curiosidad.

Aprenden a trabajar en equipo, compartir estrategias y turnarse para colocar piezas.

Puzzles de madera con piezas grandes y agarraderas. Temáticas sencillas: animales, formas, colores. Máximo 4-6 piezas. Ejemplo: Puzzles encajables de madera con asas.

Piezas más pequeñas pero fáciles de agarrar. Temas familiares: vehículos, frutas, personajes. 6-12 piezas. Ejemplo: Puzzles de cartón grueso con piezas grandes.

Puzzles de cartón con ilustraciones detalladas. Temas más variados: cuentos, paisajes, animales. 12-30 piezas. Ejemplo: Puzzles de personajes animados o escenas coloridas.

Puzzles con más detalles y colores. Desafíos con 50-100 piezas. Mapas, personajes de cuentos, escenas complejas. Ejemplo: Puzzles de superhéroes, películas o mapas del mundo.

Puzzles de 200-500 piezas. Ilustraciones más realistas o abstractas. Formas y cortes más irregulares. Ejemplo: Puzzles de paisajes, ciudades o arte.

Educa, Ravensburger, Clementoni, Djeco, Janod.